Merval: La suba de la tasa en EEUU golpea fuerte a los mercados del mundo
Por Leonardo Guidi de Grupo Carey SA
Cuando un analista financiero desea valuar una empresa, sea esta cotizante en bolsa o no, tiene a su disposición diferentes métodos de valuación, siendo uno de los más conocidos el de flujos de fondos descontados que consiste básicamente en proyectar los flujos de fondos que generará la empresa durante los próximos años y descontarlos a una tasa que represente el riesgo en el que incurre el inversor al invertir en ella para de esta manera obtener el valor actual de la empresa a través del mismo. Evidentemente, es imposible acertar exactamente en cuál será el flujo de fondos futuro de la empresa pero lo que se está buscando mediante este método es obtener una idea aproximada de lo que vale actualmente la misma si es que durante los próximos años se cumplen los supuestos establecidos por el analista. Más que una valuación exacta, lo que se busca es ser consciente de cuáles son las variables que más sensiblemente afectarán al valor de la compañía en el caso de que se muevan en alguna dirección específica durante los próximos años. La lógica que subyace a esta metodología de valuación es que uno no compra una empresa por lo que actualmente vale sino por lo que puede llegar a valer en el futuro y por lo tanto, los números históricos de la empresa se toman en cuenta pero no se asume en ningún momento que pasado es igual a futuro.
Ahora bien, ¿Qué tiene esto que ver con la tasa de los bonos del tesoro de EEUU? Al ser esta la tasa libre de riesgo que el mundo entero utiliza como referencia, cuando la misma se mueve en alguna dirección afecta a los activos financieros del resto del mundo y debido a que durante la semana pasada esta tasa se elevó como no lo hacía en mucho tiempo y prácticamente subió en dos días lo que tenía pronosticado para subir en todo el año, esto generó un fuerte cambio en las expectativas del mercado y en los precios de los activos financieros ya que, como dije anteriormente, cuando proyectamos un flujo de fondos de una compañía, tenemos que traerlo a valor presente descontándolo a una tasa que represente el riesgo que estamos asumiendo al invertir en ella y si de repente la tasa libre de riesgo aumenta ¿Qué creen que sucederá con la tasa ofrecida los activos financieros que sí tienen riesgo? Efectivamente, también aumentará y por lo tanto, al dividir los flujos de fondos por un número más grande veremos que la valuación de las empresas cae ya que estas se encuentran ahora operando en un contexto macroeconómico un poco más hostil que antes y con inversores menos dispuestos a tomar riesgos a las tasas de rendimiento anteriores, razón por la cual los activos financieros deben ofrecerle un mayor rendimiento al inversionista para que tome la decisión de realizar la inversión y de ahí el hecho de que los precios de las acciones caigan hasta que los rendimientos ofrecidos por las empresas vuelvan a resultarles atractivos a los inversionistas que ahora pueden realizar inversiones libres de riesgo con mejores tasas de rendimiento.
Si miramos el gráfico del S&P500 veremos que la última vez que el mercado estadounidense realizó una genuina toma de ganancias fue durante la presidencia de Obama y que durante toda la presidencia de Trump las acciones en Wall Street no hicieron otra cosa más que subir, con lo cual nadie puede negar que era necesaria una toma de ganancias que trajera un poco de racionalidad al mercado e hiciera que los inversores se replantearan concretamente si las expectativas que tienen generadas en relación al desempeño de la economía y a las valuaciones de las empresas continúan siendo en gran parte racionales o si, por el contrario, están exageradas y se fundamentan principalmente en escenarios futuros excesivamente optimistas que incitan más a la toma constante de riesgos más que a la mesura.
A pesar de que duela, debo decir que también es normal que las caídas en la bolsa se presenten en forma de desplome y no en forma escalonada ya que, por un lado, tenemos el famoso efecto manada (en Argentina tristemente conocido como ‘Puerta 12’) que se genera en base a que los inversores van vendiendo acciones debido a que se activan sus stop loss que a su vez hacen saltar los stop loss de otros inversores que a su vez venden haciendo saltar los stop loss de otros y así. Otra causa de esto, más racional, es el llamado ‘Leverage Effect’ que nos dice que, debido a que una empresa es más riesgosa cuanto más apalancada está y a que el ratio de endeudamiento se mide como Deudas / Patrimonio Neto, al caer de precio las acciones en el mercado, su Patrimonio Neto se hace más pequeño y el ratio de apalancamiento se hace más grande, con lo cual, la empresa ha pasado a ser más riesgosa y por lo tanto vale menos.
¿Qué debemos esperar ahora? Desde el punto de vista macroeconómico, con excepción de la inflación, que por ahora es más una amenaza que una realidad, la economía estadounidense está pasando por un excelente momento, con crecimiento económico y pleno empleo así que no tenemos razones desde la macroeconomía para considerar que esto no es más que una toma de ganancias que ha venido a traer racionalidad a las valuaciones de las empresas que en muchos casos estaban exageradas.
Desde el punto de vista técnico vemos que el S&P500 está testeando amenazadoramente la línea del nivel del 38,2% de retroceso de Fibonacci de todo el ciclo alcista que desarrolló el índice desde que Trump es presidente de EEUU así que ese es el principal valor que deberíamos estar mirando en este momento debido a que el mismo ha sido respetado en absolutamente todas las tomas de ganancias que desarrolló el S&P500 desde que salió de la crisis de 2008 hasta el día de hoy y por lo tanto, este indicador cuenta con un gran historial de buen comportamiento como piso. Aun así, como vemos en el gráfico, incluso si este fuerte piso es quebrado a la baja, todavía nos quedará la esperanza de que el índice rebote en el piso del canal alcista que viene desarrollando desde Enero de 2016 pero de todas maneras, un quiebre por debajo del 38,2% de Fibonacci es de por sí una señal bajista demasiado evidente que no podemos dejar pasar por alto y que por lo tanto, será un fuerte motivo de preocupación para nosotros y que puede incluso llevarnos a pensar que estamos iniciando una corrección bajista que va a durar un tiempo prolongado.
Yendo ahora al Merval, allí también estoy utilizando un retroceso de Fibonacci como piso pero en este caso es el del 61,8%, el cual, coincide a su vez con el piso psicológico de los 30.000 puntos y con la línea del canal alcista que estuvo desarrollando el índice hasta el pasado mes de Diciembre así que ese es el número que debemos estar mirando en este momento ya que si nuestro índice cae por debajo de él ya no podremos hablar de una simple toma de ganancias sino ya de un movimiento bajista que podría mantenerse en nuestro mercado durante un tiempo. Todo dependerá de Wall Street ya que desafortunadamente, aun somos un mercado de frontera y lo que suceda allá nos afecta mucho, para bien o para mal.
Seguimiento de la cartera sugerida para 2018
Como vemos en el cuadro anterior, el rendimiento de la cartera, que supo ser del 17% durante Enero es actualmente del 2%, lo cual, a pesar de entristecerme, me sirve para dar un par de consejos útiles:
- Es muy recomendable, sobre todo cuando los mercados son muy alcistas, ir realizando tomas de ganancias parciales para de esa manera ir asegurando rendimientos y no mantenerlos en cartera como rendimientos posibles ya que mientras no vendamos son exactamente eso… ‘posibles’. El mes pasado la cartera iba ganando un 17% y ahora casi no está ganando nada pero si durante Enero hubiéramos aunque sea tomando la ganancia (es decir, veníamos el 17% de nuestras tenencias) hoy estaríamos golpeados pero en una magnitud mucho menor a la actual. Por supuesto que a esto no puedo hacerlo en este ejemplo ya que la idea esta cartera es la de servir como ejemplo práctico para aquellos que están dando sus primeros pasos en la bolsa así que no esperen que yo vaya haciendo tomas de ganancias parciales en las acciones pero sí me comprometo a ir recordándoselos si es que el Merval se recupera y retomamos el sendero alcista.
- ¡Diversifíquense! Imagínense si esta baja los agarraba comprados en tan solo una o dos acciones; seguramente ahora estarían sufriendo bajas que posiblemente superen a las que vemos en esta cartera que utilizo como ejemplo así que siempre, a pesar de que se enamoren de una empresa y quieran poner todo su dinero en sus acciones, eviten hacerlo y más bien diversifiquen sus inversiones en al menos tres activos financieros de diferentes características y, si esos activos son acciones, que sean de empresas de diferentes industrias.
Debido a que los fundamentos de las empresas que tengo actualmente en cartera continúan siendo muy buenos y a que esta es una baja principalmente venida desde afuera es que me quedo tranquilo con la cartera que tengo y aunque duela, no haré otra cosa más que esperar comprado a que esta corrección termine aunque, por supuesto, mientras los pisos no se rompan habrá muchos inversores que seguramente aprovecharán estos bajos precios para hacerse de acciones de empresas con buenos fundamentos y buenas proyecciones que tienen un alto margen de seguridad que les permite dormir tranquilos a pesar de toda esta baja.
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