Merval: Sube el Riesgo Pais y nuestro mercado otra vez testea los minimos
Por Leonardo Guidi de Grupo Carey SA
Luego de una semana de recuperación en la que el Merval había estado coqueteando con los 30.000 puntos otra vez, durante esta semana asistimos una vez más a un mercado muy bajista y pesimista, ligado nuevamente a la política pero que ahora también salpica a empresarios en hechos de corrupción y que, a las dudas que ya de por sí existen en lo político y económico, ahora siembra todo tipo de dudas también en el ámbito corporativo.
Ante este nuevo escenario, cada vez más incierto, es evidente que, desde afuera, los inversores están viendo a la Argentina como un país a la deriva, con un gobierno que, a pesar de estar cumpliendo actualmente con lo solicitado por el FMI, enfrenta una situación tan complicada de déficit y endeudamiento que, a menos que haga un ajuste de gasto público más importante que el solicitado por el FMI, tendrá problemas para llegar al final de su mandato en 2019 sin enfrentar una crisis de endeudamiento y un posible default. De otra manera, no se explica cómo en este momento tengamos bonos en dólares que rinden más de un 10% anual.
Pero además, no conforme con nuestros problemas internos y como para tirarle más leña al fuego de los emergentes, durante esta mañana Trump aumentó los aranceles al acero y al aluminio de Turquía debido a que, según él, los turcos estaban forzando la depreciación de su moneda para que sus productos sean más competitivos que los productos estadounidenses pero, como se imaginarán, sus dichos en Twitter terminaron por hundir a Turquía, profundizando la devaluación de la Lira turca que llegó a caer un 15% y siendo acompañada por una muy fuerte caída de los ADRs turcos que llegaron a caer hasta un 20%.
A pesar de que Turquía tiene una ponderación muy baja dentro del índice de mercados emergentes, siendo China, Corea del Sur e India quienes se ostentan las mayores ponderaciones, el ataque de Trump a Turquía contagió al resto de las economías emergentes debido al temor de que el presidente estadounidense actúe de la misma manera con otras economías emergentes en el futuro e incluso contagió al resto de Wall Street que también entró en un periodo correctivo luego de que, hace apenas unos días, el S&P500 estuviera a punto de establecer un nuevo récord histórico.
Es cierto que la situación de los emergentes se complicó un poco luego del tweet de Trump contra Turquía pero no nos engañemos: Las principales razones por las cuales caen las acciones argentinas en EEUU, caen las cotizaciones de nuestros bonos y aumenta el riesgo país son exclusivamente domésticas, fruto de una economía en recesión, de un gobierno que no parece contar con un plan para darle la vuelta a la situación y de un contexto judicial que siembra mucha incertidumbre en el escenario político de 2019 ya que, siendo argentina un país emergente con una economía chica y bastante cerrada, todo lo que acontece en la política tiene un efecto potenciado en nuestros activos financieros, tanto para bien como para mal.
En los gráficos anteriores podemos comprobar la fuerte relación inversa que existe entre nuestro Merval y el riesgo país de nuestros bonos ya que, como podemos ver, mientras en el período Agosto-Diciembre de 2017 el riesgo país bajaba, nuestro Merval subía sin parar pero luego, a partir de Febrero de 2018, cuando el contexto se complicó y el gobierno le perdió el rumbo a la economía, el riesgo país entró en tendencia alcista a la vez que nuestro Merval entró en la tendencia bajista en la que todavía nos encontramos así que, la conclusión que podemos sacar de esto es bastante obvia: mientras el riesgo país de la Argentina sea alto, difícilmente encontraremos inversores extranjeros que estén dispuestos a invertir en nuestras acciones pero si la situación político-económica interna se calma y el riesgo país baja, no les quepa dudas de que veremos una recuperación en nuestras acciones.
Mientras tanto, el número que estamos mirando en el Merval es 26.000 ya que, como vemos en el gráfico, es allí en donde se encuentra el piso más fuerte (y el único que aún está sobrevive) de la tendencia alcista de largo plazo que el índice Merval todavía viene desarrollando a pesar de las bajas sufridas durante este año pero si esto sigue así y el Merval continúa cayendo, lamentablemente debo decir que hasta los 23.000 (un 11% de baja) no tendremos otro piso técnico vigente.
Un analista amigo dijo en su FB: “No hay que confundir volatilidad con riesgo. Volatilidad es la velocidad a la que se mueven los precios de una acción en el mercado mientras que el riesgo se mide por la probabilidad que existe de que el negocio subyacente de las empresas cotizantes pierda valor”. Sinceramente, estoy muy de acuerdo con él; si el negocio de una empresa es bueno y continúa siendo bueno a pesar de esta crisis, la volatilidad es beneficiosa para nosotros como inversores ya que nos permite comprar acciones de una empresa con un buen negocio a precios muy bajos. El problema en estos casos es que hay que tener “estómago” para aguantar emocionalmente estando comprados en un contexto negativo en el que todos hablan mal, tanto de las acciones como de los bonos argentinos y recomiendan comprar dólares.
El mayor riesgo en el que podemos incurrir cuando invertimos en acciones es el de armar una cartera con empresas cuyos negocios pierden valor. La volatilidad en el precio de las acciones es el menor de los males y, de hecho, en este momento es algo bueno si es que estamos emocionalmente preparados para comprar en un contexto así.
Ante toda esta baja y todo el pesimismo que volvió a hacerse presente con fuerza durante esta semana en el mercado, la pregunta que debemos realizarnos es: ¿Perdió valor el negocio de las empresas que tengo en cartera? ¿Perderán muchos clientes durante los próximos meses? ¿Bajarán muchos sus ventas? ¿Bajarán muchos los márgenes operativos? ¿Serán incapaces de trasladar la inflación a precios?
Por poner unos ejemplos, durante esta semana, BYMA, TRAN y TGSU2 publicaron balances excelentes y teniendo en cuenta las características de estas tres empresas, yo no creo que vayan a “perder clientes” o a ver muy perjudicadas sus utilidades operativas durante los próximos meses debido a que las tres tienen “barreras de protección” establecidas por lo buenos que son sus negocios y que les permitirán “mantenerse a flote” a pesar de este mal momento que estamos atravesando. En el caso de BYMA, esta empresa ostenta un monopolio en lo referente al mercado de capitales de renta fija y variable (es decir, no va a venir un competidor durante los próximos meses a quitarle cuota de mercado) y en el caso de TRAN y TGSU2, ambas empresas cuentan con concesiones gubernamentales que mantienen a los competidores afuera además de ingresos en dólares que las favorecen en caso de devaluación así que, teniendo en cuenta los excelentes balances publicados por estas empresas hace apenas unos días atrás y sus ventajas competitivas que me aseguran que los próximos balances también vendrán con buenos resultados, me parece lógico pensar que este es un momento de compra y no de venta, tanto en estas acciones como en varias otras que también tienen ventajas competitivas similares y que continuarán vigentes a pesar del mal momento que estamos atravesando en el país.
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