Mercados: La FED subio la tasa de interes y el S&P500 amenaza con iniciar una tendencia bajista

Por Leonardo Guidi de Grupo Carey SA

Nos acercamos al final de un año que para la Argentina fue muy duro en términos económicos pero cuyas causas fueron mayormente internas ya que, mientras Argentina se hundía, la mayoría de los mercados del mundo tuvo un año relativamente bueno hasta Octubre cuando Powell declaró que a las tasas de interés todavía le quedaban un largo camino ascendente por recorrer y a partir de ese momento, todo se vino abajo.

La noticia más importante de la semana, por supuesto, fue que la FED, tal y como el mercado lo estaba esperando, subió nuevamente la tasa de interés del dólar para ubicarla en el rango del 2,25% al 2,5%.

Más allá de la suba de la tasa que, como dije, era algo esperado, lo que realmente estaba moviendo las expectativas del mercado era la conferencia de prensa de Powell debido a que se esperaba que arroje algunas certezas con respecto a la política monetaria que proyecta tener la FED para 2019 pero, desafortunadamente, Powell no fue tan contundente en sus declaraciones, no dio un mensaje amigable para con los mercados y generó, entre otras cosas, que el SP500 tuviera su peor reacción negativa a una suba de tasa de la FED desde Febrero de 1994.

Las razones que expuso Powell para volver a subir la tasa de interés fueron:

  • El desempleo se mantiene en niveles extremadamente bajos aunque ha dejado de caer.
  • Las previsiones de inflación no han cambiado y se mantienen en torno al 2% anual.
  • El crecimiento económico proyectado para 2018 continúa siendo del 3%.

El dato más importante de toda la conferencia de prensa fue que la FED decidió disminuir a 2 el número de subas de tasas que tiene proyectadas para el próximo año debido a que cayeron un poco sus previsiones con respecto al crecimiento de la economía estadounidense para 2019, el cual ahora pasó a ubicarse en el 2,3% anual. Este anuncio, en teoría, era algo bueno para los mercados debido a que dos subas de tasas son mejores que tres pero aun así, los mercados respondieron negativamente a los anuncios de Powell a causa de que esperaban que éste anunciase una moderación mayor del comportamiento de la FED durante 2019; es decir, que el mercado reaccionó mal ante esta buena noticia debido a que esperaba un anuncio mucho mejor al que efectivamente tuvimos.

Cuando se lo cuestionó acerca de que la moderación de la política monetaria de la FED contradecía sus dichos de Octubre en los que afirmó que a las subas de tasas ‘todavía les quedaba un largo camino por recorrer’, Powell respondió que la política monetaria de la FED se va actualizando cada vez que reciben nuevos datos y que como durante los últimos meses notaron una desaceleración del crecimiento económico, eso los llevó a moderar un poco su política de subas de tasas para 2019.

Cuatro veces al año, la FED publica sus proyecciones económicas para los próximos años de tal manera de dar previsibilidad en relación a la política monetaria que estarán llevando adelante durante los próximos años como consecuencia de estos objetivos planteados.

Estas son sus previsiones de Diciembre:

¿Para qué nos sirve esto? Nos brinda un marco de referencia para que, en base a estas proyecciones, al menos sepamos cómo será el contexto económico en el que la FED supone que se encontrará EEUU durante los próximos años y aunque difícilmente acierte con todo (nunca nadie lo hace), al menos sabemos que los hacedores de política monetaria esperan terminar el 2019 con una tasa en torno al 3%, lo cual implica realizar dos subas adicionales de tasas durante el próximo año.

¿En qué afecta a la Argentina?

En mucho porque nuestro país tiene mucha deuda emitida en dólares y eso la deja muy expuesta a dos riesgos puntuales con respecto a la moneda de emisión:

  • Riesgo de tasa de interés : Si la tasa de interés de la moneda de emisión (dólar en este caso) sube, a menos que el riesgo inherente de la Argentina baje, los inversores extranjeros demandarán más rendimiento en las futuras emisiones de deuda que nuestro país quiera colocar en el exterior. En base a esta dinámica, vemos que el costo del endeudamiento de nuestro país se encarece con cada suba de tasas de la FED y lo acerca cada vez más a la posibilidad de un default futuro de deuda a causa de que, si miramos las proyecciones de ingresos y gastos del gobierno actual, tendremos que concluir que nuestro país continuará siendo extremadamente dependiente del financiamiento externo por varios años más y por lo tanto, si aceptamos el hecho de que las tasas de interés del dólar continuarán subiendo durante 2019 veremos que los únicos caminos que nos quedan para no volver a defaultear la deuda es mejorar la productividad (ahí está la clave) o pedirle más dinero al FMI en 2020 gracias a lo cual, lo único que conseguiremos es ‘patear la crisis de deuda hacia adelante’ debido a que, de no haber una mejora en la productividad de nuestra economía, será sólo cuestión de tiempo hasta que nuestro país vuelva a tener una crisis inflacionaria de deuda.
  • Riesgo depreciación del peso: Debido a que el gobierno argentino emite la mayor parte de su deuda en moneda extranjera (dólar) mientras que recauda impuestos en moneda local, eso provoca que quede expuesto a las fluctuaciones que pudiera tener el tipo de cambio durante el tiempo que dure el endeudamiento. Dichas fluctuaciones facilitan la acumulacion de reservas genuinas cuando el peso argentino se aprecia pero la dificulta mucho cuando nuestra moneda se devalúa y desafortunadamente, como nuestra historia nos lo ha demostrado, las monedas argentinas son siempre mucho más propensas a la depreciación que a la apreciación. A esta condición inherente de debilidad de nuestra moneda tenemos que agregarle el hecho de que un contexto alcista de tasas de interés en EEUU propicia la apreciación del dólar en relación a las otras monedas del mundo y como esto, a su vez, hace que a nuestro país le cueste aún más acumular reservas genuinas, fomenta un aumento adicional de las probabilidades de que, en el futuro, el gobierno no pueda pagar su deuda a menos que se produzca un vuelco en el contexto económico argentino de una magnitud tal que motive a inversores extranjeros a venir a invertir a la Argentina trayendo dólares genuinos que le permitan al Banco Central aumentar sus reservas emitiendo pesos sin provocar inflación gracias a que la demanda de pesos será real y no simplemente producto de la entrada de dólares por endeudamiento.

En resumen, siendo Argentina un país muy endeudado en dólares, al subir las tasas de interés, la FED le dificulta aún más el camino hacia la solvencia intertemporal y obliga al gobierno a realizar ajustes más fuertes a su política fiscal para así evitar el default, el cual desafortunadamente, constituye un serio riesgo con el que tendremos que convivir de ahora en adelante debido a que nuestro país todavía cumple con las seis características que tienen los países financieramente más vulnerables y con mayores propensiones a tener crisis inflacionarias de deuda.

  • No tiene una moneda que sea ‘reserva de valor’ (traducido: ni los argentinos ni los extranjeros demandan pesos argentinos como ahorro).
  • Tiene una cantidad muy baja de reservas internacionales. Si ‘limpiamos’ las reservas del BCRA y nos quedamos sólo con aquellas que son de libre disponibilidad nos sorprenderemos de lo bajas que son.
  • Tiene una gran cantidad de deuda emitida en moneda extranjera, con lo cual queda expuesto a los dos riesgos descritos arriba.
  • Tiene un gran déficit fiscal y de cuenta corriente (esto fue lo único que comenzó a mejorar durante los últimos meses).
  • Tiene tasas de interés negativas (esto también fue una realidad hace unos meses pero que ahora se revirtió).
  • Tiene un gran historial de períodos de alta inflación y de no cumplir con sus compromisos de deuda

¿Estamos ahora efectivamente iniciando una tendencia bajista en Wall Street?

En el mundo de hoy, donde todos los mercados bursátiles están interconectados, es casi imposible que si Wall Street (que representa el 50% de la capitalización bursátil del mundo) entra en tendencia bajista, los otros mercados desarrollados y los emergentes no lo sigan mediante tendencias similares, con lo cual, debemos hacernos a la idea de que el inicio de una tendencia bajista en EEUU seguramente implicará también el inicio de tendencias bajistas a lo largo del mundo.

Dicho esto, si vamos a los datos veremos que, en los libros y en ‘la calle’, se considera que un mercado desarrollado ha entrado en tendencia bajista cuando su índice de referencia, en este caso el Sp500, tiene una caída superior al 20% desde su último récord histórico. Puntualmente entonces, esto implica que si el SP500 cae por debajo de los 2350 puntos ya no habrá más excusas que poner y efectivamente quienes vienen anunciando el inicio de un mercado bajista de Wall Street serán quienes habrán estado en lo correcto.

Ahora bien, este es un dato interesante: 87% de las veces, durante los 6 meses posteriores a las elecciones de medio término en EEUU, los mercados han sido muy alcistas, sobre todo durante el primer trimestre del año posterior a las elecciones. La razón de esto es simple, a los mercados no les gusta la incertidumbre y las elecciones siempre la generan pero si, ahora que las elecciones concluyeron, a eso le agregamos la incertidumbre que los mercados continúan viviendo como resultado de la guerra comercial de EEUU-China y de los dichos de Powell que durante la conferencia de prensa del miércoles dejaron mucho que desear, podemos concluir que la incertidumbre en los mercados continúa siendo lo suficientemente alta como para motivar efectivamente el inicio de una tendencia bajista en el SP500 pero de la misma manera, también podemos esperar un importante rebote alcista en el caso de que, tanto en el conflicto comercial con China como en la política monetaria de la FED, se brinde nueva información que tranquilice a los inversores y genere las condiciones para que la economía estadounidense no entre en recesión, algo que, como vemos a continuación, todavía no está siendo anticipado por la curva de tasas, aunque la inversión de la curva continúa manteniéndose cerca.

Pasando ahora a la Argentina, el dato más importante de la semana fue que el riesgo país volvió a superar los 800 puntos, algo que no sucedía desde 2014 y que marca bastante bien no sólo lo sucedido durante este año sino también los miedos que tienen los inversores en relación al futuro de nuestro país como resultado de todo lo que expliqué más arriba.

En ese riesgo país de 800 puntos están contenidos tanto el riesgo político de 2019 como el riesgo financiero propio de unas cuentas nacionales que no garantizan actualmente el repago de la deuda para después del 2019 a menos que durante el próximo año se realicen cambios estructurales que mejoren la productividad de los activos argentinos y lleven al país hacia un sendero de solvencia intertemporal o que, apenas terminadas las elecciones de Octubre-Noviembre, el nuevo presidente electo se siente a negociar con el FMI para pedirle más dinero de cara a los vencimientos de 2020 y 2021. Si creemos que durante 2019 el gobierno hará los cambios que permitirán mejorar la productividad argentina o que, una vez terminadas las elecciones, el próximo presidente conseguirá más dinero por parte del FMI para evitar el default, podemos aprovechar para posicionarnos ahora en bonos cortos, como el AO20 y el AY24, ya que están teniendo actualmente rendimientos superiores al 10% en dólares y es sinceramente algo impresionante si estamos dispuestos a asumir el riesgo.

Con respecto a las acciones, obviamente vemos a un Merval que se alinea con Wall Street y baja como consecuencia del mal humor inversor que viene desde el norte aunque, como vengo diciendo en mis últimos informes, las acciones argentinas han quedado tan baratas a causa del castigo sufrido durante este año que, de continuar bajando pasarían de estar baratas a estar ‘ridículamente baratas’ y más aun si tenemos en cuenta que el cuarto trimestre del año cerrará con un dólar más bajo que el que tuvo al cierre el balance de Septiembre y por lo tanto, todas las empresas cuya deuda está mayormente denominada en dólares, como MIRG y CVH, se verán muy beneficiadas en sus resultados netos a causa de que ya no tendrán en sus balances ese castigo contable por fluctuaciones de tipo de cambio que tanto las perjudicó durante el segundo y tercer trimestre del año, pudiendo así publicar finalmente un balance con números mucho mejores, realistas y prometedores.

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