Merval: Continua la indecision en la zona de los 33.000 puntos
Por Leonardo Guidi de Grupo Carey SA
La semana pasada, vimos de qué manera el optimismo había vuelto al Merval y a Wall Street gracias a la recuperación que estaban experimentando los mercados financieros a causa de los buenos datos del empleo y del cese de los miedos a causa de los aranceles que Trump quiere imponerles al acero y al aluminio.
Parece ser que fui demasiado optimista (¿ingenuo?) al creer que, habiendo pasado lo peor, el mercado volvería a llenarse inmediatamente de optimismo comprador y de buenas expectativas a futuro cuando, en realidad, lo que parece haber sucedido es que los inversores quedaron muy golpeados por el 10% de baja que sufrido por el S&P500 y el 15% de baja que vimos en el Merval y por lo tanto, como suele suceder en estos casos, el optimismo se ve uy resentido y sobreviene la cautela.
Para que quede claro: lo que vimos en Febrero fue una corrección menor en el S&P500 y una corrección mayor en el Merval pero de ninguna manera esto se trató (al menos hasta el momento) del inicio de una tendencia bajista pero, debido a que la caída fue muy acelerada y sucedió en apenas unos pocos días, sorprendió y golpeó en gran medida las cuentas comitentes de muchos inversores que en muchos casos, habían entrado al mercado (tarde) con la masa compradora de inversores que compraron durante Enero.
Para que estas correcciones bajistas, que forman parte de una tendencia alcista, se transformen efectivamente en una tendencia bajista, el Merval deberá caer por debajo de los 30.000 puntos y el S&P500 debería moverse por debajo de los 2.300 puntos. Mientras eso no suceda, no se dejen asustar por aquellos que afirman que hemos iniciado un mercado bajista ya que cuantitativamente no es así.
El premio Nobel de Economía Daniel Kahneman recibió dicho premio porque logró cuantificar la manera en la cual los inversores se ven afectados por las pérdidas y ganancias de sus inversiones y la conclusión que llegó nos pinta maravillosamente el panorama actual de los mercados. La conclusión a la que llegó Kahneman fue que los inversores son afectados emocionalmente de maneras muy diferentes por las pérdidas y las ganancias de sus inversiones, de tal manera que, por ejemplo, una pérdida del 5% en una inversión (como podría ser la compra de una acción) te afecta negativamente más de dos veces y media de lo que te afecta positivamente estar ganando un 5% en una inversión equivalente. De esta manera, sabiendo que somos mucho más (dos veces y media más) afectados emocionalmente por las pérdidas que por las ganancias, es natural concluir que, en este momento, los inversores están todavía muy dolidos por las bajas que sufrió el mercado y por lo tanto, tendremos que esperar un poco para que vuelva el optimismo y la fuerza compradora, a medida que el mal trago vaya siendo digerido y los datos económicos animen a los inversores a volver al mercado.
Mientras tanto, hay varias acciones, como PAMP, TECO2, CVH, CEPU, BYMA, TRAN, MIRG y las bancarias dándonos señales de compra gracias a las cuales todavía estamos a tiempo de comprarlas a buenos precios, siempre y cuando nuestra expectativa sea que la recuperación alcista continuará y volveremos a los máximos (como lo es en mi caso).
¿Qué debemos esperar ahora? Principalmente que el Merval se consolide por encima de los 33.000 puntos y que el S&P500 haga lo propio posicionándose por encima de los 2.780 puntos. Los fundamentos en ambos mercados están dados para que estas recuperaciones continúen pero, como dije anteriormente, los inversores todavía están golpeados y les cuesta retomar el optimismo, siendo esto algo bueno para los mercados ya que, cuando los inversores retoman la mesura los mercados vuelven a moverse de una manera más racional evitamos que se desboque en una euforia compradora que dé a la fiesta bursátil por terminada ya que, como sabemos, las tendencias alcistas mueren en euforia.
Como vemos en el gráfico, el movimiento del S&P500 está mucho mejor definido que el del índice Merval, de tal manera que aquí podemos ver claramente el triángulo simétrico que se formó y se completó durante el viernes 9, mientras que en nuestro índice está todo mucho más difuso y, al menos en mi caso, no me permite trazarle claramente una figura confiable.
Gracias a esta figura triangular formada en el S&P500 ahora tenemos un objetivo de suba para este índice establecido en los 3.000 puntos (por proyección triangular), que será anulado si es que el índice vuelve a la zona de los 2.725 puntos a la vez que vemos claramente que su techo más fuerte se encuentra en los 2.780 puntos así que, en definitiva, esos son los números que debemos estar mirando en este momento:
Objetivo actual: 3.000 puntos
Anulación de Objetivo: 2.725 puntos
Techo actual: 2.780 puntos
Inicio de corrección Mayor: 2.600 puntos
Inicio de tendencia bajista: 2.300 puntos
Como vimos la semana pasa, el spread existente entre las tasas de los bonos a 3 meses y 10 años es un estimador muy confiable que nos anticipa, generalmente con un año de anterioridad, si EEUU está por entrar en una recesión, generalmente acompañada por mercados bajistas, o si por el contrario, su economía goza de buena salud.
Lo que vemos en el gráfico de esta semana es que, en este momento, el spread entre dichos bonos es de 1,05% y por lo tanto, podemos quedarnos tranquilos ya que dicho indicador nos está diciendo que la salud de la economía estadounidense, al menos desde el punto de vista de los inversores, es fuerte.
Cuando el spread entre estos bonos es mayor a uno las empresas de valor son las más favorecidas y nos conviene invertir en ellas pero cuando dicho spread cae por debajo de uno y se va acercando a cero, las empresas ‘Growth’ son las más favorecidas siendo conveniente que realicemos una rotación de cartera hacia ellas. El problema sobreviene cuando el spread entre estos bonos se vuelve cero o negativo ya que es en ese momento cuando notamos que se está gestando una crisis con recesión en EEUU y por lo tanto esa será la señal de que debemos comenzar a salirnos de las acciones para pasaros a inversiones más seguras pero, como en este momento esto todavía está lejos de suceder, podemos seguir manteniendo tranquilos nuestras posiciones en activos de renta variable tanto aquí como en Wall Street.
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