​Mercados: El S&P500 alcanza los 3.000 puntos y el Merval en pesos toca los 42.000

Por Leonardo Guidi de Grupo Carey SA

Esta fue una semana de hitos en Wall Street ya que, por primera vez en su historia, el índice S&p500 prácticamente tocó los 3.000 puntos, acumulando gracias a ello casi un 20% de rendimiento positivo en el año.

Como vemos en el gráfico, los 3.000 puntos no son solamente un fuerte techo psicológico en donde seguramente hay algoritmos preparados para tomar ganancias cada vez que el índice toque dicho valor sino que, además, dicha zona se encuentra justo por donde pasa la línea (proyectada) de tendencia alcista que estaba vigente desde principios de 2016 y que fue quebrada a la baja cuando Powell, en Octubre del año pasado, afirmó que las subas de tasas todavía tenían un largo camino por delante, dichos que fueron posteriormente confirmados por la propia FED en Diciembre cuando subió las tasas un 0,25%. Ahora, como todos sabemos, la situación que enfrenta la FED es muy diferente de la de 9 meses atrás y ya sólo se habla de bajas de tasas, habiendo sido descartada cualquier posibilidad de subas por el resto del año.

Ahora bien, ¿Por qué Powell comenzó a anticipar bajas de tasas cuando hace 9 meses hablaba sólo de subas? Su fundamento se basa en los datos ya que, al contrario de lo que comúnmente se cree, la FED no es un banco central ‘proactivo’ que intenta anticiparse a lo que sucederá y en base a eso sube o baja las tasas de interés para así evitar que los ciclos económicos sean muy volátiles sino que, como la historia nos lo demuestra, la FED actúa mayormente de manera reactiva ante lo que los datos le dicen que está sucediendo con la economía y como desde hace meses hay datos que muestran que el crecimiento económico de EEUU continúa siendo positivo pero se está desacelerando, la FED se siente impulsada a actuar en consecuencia para intentar evitar que el país entre en recesión. ¿Lo logrará? Sólo el tiempo lo dirá pero lo cierto es que, mientras la curva de tasas mundial continúe siendo positiva (como veremos más adelante) será difícil que EEUU entre en recesión, a menos por supuesto que, como sucedió en 2008, ocurra un hecho inesperado que borre de un plumazo varios trillones de dólares y se contagie al resto de los sectores económicos llevando así al país a una recesión inesperada (Quien esté interesado en profundizar sobre este tema puede leer este artículo: https://en.wikipedia.org/wiki/Fair_value_accounting_and_the_subprime_mortgage_crisis ).

Como era de esperarse, en los 3.000 puntos el S&p500 inició una previsible toma de ganancias que, en este caso, fue justificada por el reporte del empleo que, al venir mejor de lo esperado (se crearon 224.000 nuevos empleos cuando se esperaban 170.000), disminuyó un poco la presión sobre de la FED para bajar las tasas el próximo 31 de Julio y como resultado de eso, se diluyó un poco el efecto positivo que estaba teniendo la expectativa de bajas de tasas sobre las valuaciones de las empresas.

¿Cuál es la lógica hay detrás de esto? Como dije anteriormente, la FED es el organismo encargado de velar por el valor del dólar pero además, luego de la crisis de 2008, Bernanke también sumó los compromisos de velar por el crecimiento económico y el empleo así que, como la inflación está controlada, la economía continúa creciendo y el reporte del empleo vino bien, en su próxima reunión de Julio la FED podría dejar las tasas tal y como están, en el rango del 2,25%-2,5%, argumentando que todavía no advierten signos de debilidad en alguna de esas tres variables que justifiquen una baja de tasas.

Aun así, si miramos los futuros de tasas de interés que se negocian en Chicago, estos todavía están descontando prácticamente con un 100% de probabilidad que la FED bajará las tasas un 0,25% en su próxima reunión del 31 de Julio así que, todavía no hay nada seguro y seguramente durante las próximas semanas habrá declaraciones de Powell o de algún otro miembro de la FED que nos permita anticipar si efectivamente terminaremos Julio con una baja de tasas o no.

¿Y esto en qué puede afectarme a mí que solo invierto en acciones argentinas? En mucho porque más del 90% del volumen que se opera las acciones argentinas se produce en los ADRs que cotizan en Wall Street y por lo tanto, que EEUU continúe creciendo y que su mercado de capitales continúe rompiendo récords nos ayuda, al menos, a que las acciones argentinas tengan el camino liberado para subir, siempre y cuando por supuesto, aquí mejoren los fundamentos de la economía y los balances de las empresas pero lo cierto es que, en caso de que suceda lo contrario y EEUU entre en recesión, eso no sería un ‘viento de frente’ para nuestro país sino que sería más bien como un ‘huracán que viene de frente’ y hace imposible cualquier suba de precios por más buenas que sean las noticias que surjan desde nuestro país y desde las empresas así que, podría concluir diciendo que, a pesar de que la fortaleza de la economía estadounidense no necesariamente repercute favorablemente en las acciones argentinas, sí es cierto que, a causa de las fragilidades estructurales de las que adolece nuestro país, una entrada de EEUU en recesión podría causar mucho daño en las cotizaciones de las acciones argentinas, sin que importen demasiado sus fundamentos ya que, cuando el flujo de capitales huye de las acciones para refugiarse activos de mayor calidad (como sucede durante una recesión) los fundamentos de las empresas terminan pasado a un segundo plano.

¿Cómo viene la curva de tasas a nivel mundial?

Relativamente sin cambios, como vemos en el siguiente gráfico ya que, si bien es cierto que la tasa a 10 años de EEUU ya cayó por debajo del 2% también es cierto que las tasas en Alemania han continuado cayendo y gracias a eso todavía tenemos un saludable 2% de tasa positiva cuando miramos las tasas a nivel global.

Como dije en anteriores informes, en este momento Europa y Japón están financiando a EEUU ya que están financiando el crédito de los bancos que toman dinero prestado a tasas negativas en Europa y Japón, hacen una cobertura barata de tipo de cambio para luego prestar ese mismo dinero en EEUU ganando con ello más de un 2% de margen de intermediación. Como afirma Ray Dalio, esto es básicamente la ‘sangre’ de la que se está alimentando el crecimiento de la economía estadounidense en este momento ya que, en el caso de que efectivamente veamos a la curva de tasas a nivel mundial aplanarse e incluso invertirse, en ese caso sí estaremos presenciando una situación muy preocupante a causa de que los bancos comenzarán a restringir mucho el crédito en EEUU llevando así a este país a una recesión pero afortunadamente, aun estamos lejos de una situación como esta por lo que tiene muchísimo sentido continuar estando invertido en EEUU por al menos un año más.

¿Qué podemos esperar, entonces, de las acciones en EEUU?

  • A corto plazo: Le va a costar al S&p500 superar los 3.000 puntos ya que ahí hay un techo psicológico muy fuerte que además se une con la línea de tendencia que estuvo vigente desde Enero de 2016 hasta Octubre de 2018. Mientras la media móvil de 5 ruedas (línea naranja) se mantenga por encima de la media móvil de 13 ruedas (línea violeta) estaremos tan sólo enfrentando una corrección menor y solamente en el caso de que veamos un cruce bajista de dichas medias móviles podremos comenzar a hablar de una corrección más importante así que, mientras eso no suceda, cada baja es una oportunidad de compra.
  • A largo plazo: Estamos en el tercer año presidencial de Trump, el cual históricamente ha sido el más alcista de todos y afortunadamente el S&p500 viene haciéndole honor a su historia al haber acumulado, durante los primeros 6 meses del año, un rendimiento de casi el 20%. De acuerdo a lo se observa en la prima de riesgo implícita de la cotización actual del S&p500, las acciones que componen el índice no están baratísimas pero tampoco están caras así que tiene mucho sentido continuar estando invertido en EEUU pero siempre y cuando tengamos una cartera bien diversificada y pensemos, como mínimo, en 12 meses a futuro ya que el cuatro año presidencial de EEUU también suele ser muy alcista pero suele sufrir de alta volatilidad durante los primeros seis meses a causa del inicio de la campaña electoral que genera mucho ruido en relación a quienes serán los candidatos que finalmente se terminarán enfrentando en las eleccione del segundo martes de Noviembres. El dato más importante al que tenemos que estar atentos es la forma de la curva de tasas a nivel mundial ya que, mientras el spread de dicha curva continúe siendo positivo, los bancos estadounidenses continuarán dando crédito y así difícilmente la economía entrará en recesión, siendo esto justamente, lo que más asusta a los analistas en Wall Street.

Por el lado de Argentina, nuestro mercado de renta variable continúa en la zona de los récords históricos y tuvo una semana tranquila a la espera de que comience la recta final de la campaña electoral para las elecciones primarias de Agosto. El dólar a su vez cayó a mínimos inesperados hasta hace unos meses y demostró así que el mercado le cree al gobierno cuando este afirma que el tiene poder de fuego necesario para mantener al dólar controlado hasta fin de año pero obviamente, a medida que nos vayamos acercando a las fechas electorales seguramente veremos alguna que otra suba con motivo de los ‘tardíos dolarizadores de portafolio’ cuya cantidad puede variar dependiendo del resultado de las elecciones primarias de Agosto y de las posibilidades allí se confirmen que tiene la fórmula Fernández-Fernández de efectivamente hacerse con la presidencia el próximo 10 de Diciembre.

Parados ante este panorama, con Wall Street afortunadamente a nuestro favor (o mejor dicho, no-en-contra) la decisión de comprar o no acciones argentinas y en qué proporción dependerá pura y exclusivamente de las expectativas que tengamos sobre las elecciones presidenciales ya que, sea quien sea el próximo presidente, éste deberá encarar profundas reformas estructurales si es que tenemos la esperanza de que Argentina en algún momento vuelva a crecer económicamente (hace 10 años que no crecemos) y evidentemente, al mercado no le da lo mismo que gane un candidato u otro ya que descuenta (más allá de si está en lo cierto o no) que uno de ellos no querrá hacer reformas de fondo mientras que el otro al menos parece estar un poco más dispuesto debido a lo mal que le fue en su primer gobierno.

Como dije en mi informe anterior, a la hora de invertir difícilmente hay ‘almuerzos gratis’ por lo que, dependiendo de nuestra tolerancia al riesgo y a nuestras expectativas, están son las carteras sugeridas:

Buenas expectativas sobre Argentina y mucha tolerancia al riesgo: 100% acciones argentinas de bancos, del sector de Utilities y un poquito de empresas ligadas al consumo.

Buenas expectativas sobre Argentina pero poca tolerancia al riesgo: Menos del 50% de la cartera en acciones y el resto en bonos atados a la inflación y Lecaps.

Malas expectativas sobre Argentina y moderada tolerancia al riesgo : Cedears de Brasil y de EEUU o directamente invertir en EEUU mediante algún ETF que replique el comportamiento de un índice, como puede ser el RSP que replica el índice S&p500 que pondera a todas las acciones por igual, el cual vengo recomendando desde hace meses.

Buenas expectativas sobre EEUU y moderada tolerancia al riesgo: Carteras diversificadas mediante ETFs. Gracias a esto no sólo seremos capaces de capturar las subas que todavía tienen por delante las acciones de EEUU sino que además cobraremos regularmente dividendos en dólares.

Malas expectativas sobre EEUU y baja tolerancia al riesgo: Bonos del tesoro largos, ETFs de oro, plata, commodities o algún otro metal precioso ya que, si la volatilidad de los activos financieros sube y el mundo entra en recesión, la FED puede verse nuevamente ante la necesidad de lanzar un nuevo quantitative easing que, como requiere mucha emisión monetaria de dólares, provoca una depreciación del dólar en el mundo y como los commodities se transan en dólares, terminan siendo beneficiados en este tipo de situaciones. Aun así, vale una aclaración : El oro ha sido una pésima inversión a lo largo de los últimos 10 años, en los cuales subió poco más del 1% promedio anual y prácticamente perdiendo incluso contra la inflación del dólar. Por esta razón es que quiero dejar en claro que, abandonar las acciones, que han sido el activo financiero estrella durante los últimos 10 años para pasarse a oro representaría una ‘apuesta’ enorme en contra de un activo financiero que ha venido generando mucha riqueza durante los últimos 10 años para pasarse a uno que ha sido una pésima inversión durante el mismo periodo de tiempo.



Informe en video

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