​Mercados: Posible Doble techo en el Merval y S&P500 esperando el acuerdo con China

Por Leonardo Guidi de Grupo Carey SA

Esta semana hubo dos situaciones interesantes relacionadas a nuestro país que ameritan un poco de atención.

En primer lugar, parece que se malinterpretó un anuncio del MSCI con respecto a la participación que tendrá nuestro país en los índices a partir de Mayo y se llegó incluso a decir que este organismo se había “arrepentido” de la recalificación de Argentina como mercado emergente. Esto afortunadamente luego fue desmentido por el propio MSCI.

Para que quede claro, actualmente la participación Argentina en los índices es la siguiente:

17% del índice frontera ( https://bit.ly/2NmfQTP )

9% del índice emergente-frontera ( https://bit.ly/2T8ReTV )

0% del índice emergente ( https://bit.ly/2i9RNpU )

A partir de Mayo la participación Argentina va a ser:

0% del índice frontera

9% del índice emergente frontera

0,5% del índice emergente (pero debido a que el volumen invertido en mercados emergentes es muchas veces superior al volumen invertido en mercados de frontera, ese 0,5% de ponderación representa una gran entrada neta de inversión en las acciones argentinas que formarán parte del índice).

Como suele decirse, en los mercados financieros un rumor es el equivalente a un hecho consumado y por eso es que muchas veces estos reaccionan a los rumores con la misma intensidad con la que reaccionan ante un hecho real y más aún cuando se trata de mercados no desarrollados.

Siempre, ante los rumores, lo más importante es que no seamos como los lemmings que salen todos corriendo en manada y se tiran juntos al precipicio sino que, por el contrario, si nos sentimos intranquilos debemos aprovechar para volver a nuestros análisis y repasar las razones por las que invertimos en las empresas que tenemos en cartera ya que, aunque los mercados son completamente impredecibles a corto plazo y ocasionalmente se tornan absolutamente irracionales por largos períodos de tiempo, a la larga siempre recuperan la cordura y las empresas terminar teniendo un precio similar a su verdadero valor y viniendo nosotros de un 2018 en el cual el castigo a las acciones argentinas fue desmedido, si esperamos que durante 2019 el mercado recupere la cordura tenemos razones más que de sobra para estar invertidos.

El segundo hecho interesante de la semana fue el despertar del dólar que increíblemente trajo preocupación y alarma entre muchos inversores. Si bien es cierto que por ahora no hay nada de qué preocuparse ya que el dólar se mantiene mucho más cerca de la banda inferior que de la superior, lo cierto es que parece que nos habíamos desacostumbrado a ver al dólar subir y a causa de eso, su despertar hizo que muchos comenzaran a preocuparse en demasía ya que lo cierto es que, teniendo en cuenta el mal dato de inflación de la semana pasada que mostró un 2,9% de inflación en Enero, era obvio que un contexto de inflación constante con tasas de leliqs en baja no era sostenible.

La inflación es siempre y en todo lugar un fenómeno monetario pero lo que pasa es que a veces tendemos a olvidar que el dinero es un “bien” más de la economía (aunque con características especiales, por supuesto) y que por lo tanto también está sujeto a las leyes de oferta y demanda. Cuando el dinero pierde valor esto se conoce como inflación y cuando lo gana decimos que hay deflación pero erróneamente solemos tomar a la inflación como el aumento de los precios de los productos y no como la pérdida del valor de la moneda, debido a lo cual, terminamos focalizándonos en el efecto en lugar de la causa que es justamente el resultado de lo que surge de la interacción entre la oferta y la demanda de dinero.

Además de la habitual emisión monetaria en exceso que ya es costumbre entre los Banco Centrales argentinos, nuestra moneda tiene además que lidiar con una demanda que históricamente se ha mantenido muy baja a causa de que los gobiernos argentinos han defraudado (por no decir otra cosa) en numerosas ocasiones a quienes ahorraron en moneda local y debido a eso, el ahorrista argentino prefiere en su lugar ahorrar en moneda extranjera.

Desde el pasado mes de Octubre, el BCRA ha iniciado una estrategia monetaria que consiste en no aumentar la base monetaria (no emitir pesos) de tal manera que, al no haber tantos pesos en la calle, tanto las expectativas inflacionarias como el precio del dólar tuviera una corrección a la baja y hay que decir que, aunque logró lo primero no ha logrado lo segundo a causa de las Leliqs.

¿Qué sucede con las leliqs? Para mostrarlo gráficamente veamos el siguiente cuadro:

¿Qué vemos aquí? Que si bien es cierto que el BCRA dejó de ampliar la base monetaria desde Octubre, también es cierto que vino ampliando sus pasivos monetarios (leliqs principalmente) a un ritmo muy acelerado hasta el mes de Diciembre, con lo cual, a pesar de que esto no es emisión monetaria actual podría decirse que es emisión monetaria futura ya que, eventualmente, si hubiera en el futuro una nueva corrida cambiaria y los inversores reclamaran su dinero invertido en leliqs negándose a renovarlas, el BCRA tendría que emitir pesos para pagarlas.

Este comportamiento contradictorio del BCRA, a saber, mantener base monetaria constante a la vez que emite leliqs, provoca que las expectativas de inflación de los agentes económicos no caigan y que tampoco se reconstruya la demanda de pesos, lo cual da como resultado un contexto inflacionario que no cede y que estima una inflación por encima del 3% para Febrero.

¿Qué tasa promedio estarían los inversores argentinos dispuestos a aceptar para ser compensados por el riesgo económico y político que estaremos enfrentando durante este año en el cual además, tenemos un BCRA que no está pudiendo controlar la inflación y que según las expectativas que ellos mismos relevan será como mínimo de un 30% durante 2019 en un contexto económico en el que además es muy posible que volvamos a ver una contracción del PBI? Creo yo que mientras estas condiciones se mantengan y no tengamos información más concreta sobre el contexto electoral que se nos ofrecerá a mediados de año, resultará muy difícil que los inversores convaliden tasas menores al 45% ya que, teniendo como antecedente el 47% de inflación del 2018, el inversor seguramente exigirá tasas reales lo suficientemente altas como para tener un ‘colchón’ con el cual cubrirse ante la volatilidad argentina, al menos por unos meses mientras dure la incertidumbre electoral así que, por esta razón es que imagino que, cuando el BCRA intente bajar la tasa de leliqs por debajo de los umbrales que vimos durante esta semana, inmediatamente los inversores comenzarán a dolarizarse.

El gráfico del Merval nos muestra una semana de toma de ganancias luego de un récord histórico en pesos y una comunidad inversora que ahora se encuentra a la espera de la llegada de los balances ajustados por inflación, nada para alarmarse ni para ponerse nervioso.

Como lo dije la semana pasara, los pisos que yo estoy considerando para el Merval se encuentran en los 35.200 y principalmente los 34.000 puntos así que mientras el índice se mantenga arriba de esos valores, cualquier movimiento de baja será considerado por mí como parte del movimiento natural de los mercados financieros aunque también es cierto que si se confirma la figura de doble techo que actualmente está formándose en el Merval, es muy probable que veamos una caída del índice que incluya un testeo al piso de los 34.000 puntos así que estemos atentos porque la figura de doble techo que está formándose es muy clara y aunque no ha terminado de confirmarse, está muy cerca de hacerlo.

Hay inversores que realmente me sorprenden en el sentido de que hace años que invierten en la bolsa pero parece que comenzaron a invertir recién ayer. Esto lo noto en que, ante la mínima baja del Merval ya se comienzan a preguntarse “¿Pasó algo?”, “¿Hubo alguna mala noticia?”, “¿Está cayendo Wall Street?”, “¿Por qué baja el mercado?” y en la mayoría de los casos (no siempre, por supuesto) la respuesta es que los mercados se comportan de esa manera, con ese característico movimiento en forma de sierra alternando subas y bajas y que así como 5 días seguidos de baja son algo extremadamente raro también lo son 5 días seguidos de suba.

Los movimientos de alzas y bajas forman parte del ADN de los mercados financieros y si una persona no es capaz de tolerar uno o dos míseros días de baja sin ponerse nerviosa entonces es posible que las inversiones financieras no sean lo suyo.

Repito lo que dije anteriormente, los mercados son absolutamente impredecibles a corto plazo y esta es a razón por la cual lo que en realidad debemos mirar son las tenencias y no si hoy o ayer el mercado bajó o subió ya que haciendo eso, lo que vamos a lograr es terminar con un pico de stress en cualquier momento.

Pasando ahora a Wall Street, esta semana se publicaron las minutas de última reunión de la FED que dejaron entrever que la opinión de los integrantes del FOMC está dividida con respecto a las futuras subas de tasas ya que mientras unos proponen una política monetaria reactiva que sólo subirá la tasa cuando detecten que la tasa de inflación está subiendo más de lo esperado otros afirman que es necesario continuar teniendo una política monetaria proactiva que suba la tasa hacia fin de año si es que notan que el crecimiento económico de EEUU continúa evolucionando de acuerdo a lo esperado.

Analizando el comportamiento de los índices durante esta semana se nota mucho que el mercado continúa descontando que no habrá subas de tasas durante este año y que la FED modere un poco la reducción de su hoja de balance compuesta actualmente por u$s4 trillones (5% del PBI mundial) de activos que compró a partir de Septiembre de 2008 y que de reducirse más rápidamente de lo esperado podría generar una crisis mundial de liquidez. Por esta razón es que Wall Street continúa poniendo sus ojos en el acuerdo comercial de EEUU con China que debería estar anunciándose durante la próxima semana si es que todo continúa de acuerdo a lo que el mercado está descontando que sucederá pero evidentemente, el mercado actualmente está actualmente descontando un acuerdo positivo para ambas partes ya que lejos de caer, durante la última semana el s&p500 se ha mantenido ‘en pausa’ y ligeramente positivo así que, incluso sin saber específicamente el tipo de acuerdo de que firmará podemos afirmar que Wall Street en este momento considera que dicho acuerdo será positivo ya que, de lo contrario, no veríamos a los índices subir en un contexto de incertidumbre como este.

Por las razones que ya expuse varias veces en informes anteriores es que continúo siendo alcista con respecto a Wall Street en 2019; año en el que deberíamos ver una suba de al menos un 20% en el S&p500 si es que hay acuerdo con China y no la FED sube las tasas de interés aunque también es cierto que para 2020 el panorama sí que luce bastante complicado debido al fuerte avance del populismo de izquierda dentro del partido Demócrata que seguramente dará mucho de qué hablar durante la campaña presidencial del próximo año.


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